El Flujo Digital Odontológico es un procedimiento que utilizamos en cada uno de nuestros pacientes, asegurando la más alta precisión y calidad a través de un proceso que consta de cuatro etapas clave. Este enfoque tecnológico nos permite ofrecer soluciones dentales personalizadas y altamente eficientes.
Todo tratamiento en nuestra clínica comienza con una exhaustiva evaluación y diagnóstico del paciente. A través del tomógrafo obtenemos imágenes detalladas de la estructura ósea, un escáner intraoral captura una representación tridimensional precisa del interior de la boca, y por medio de fotografías digitales registramos la sonrisa y los rasgos faciales del paciente. Esta primera etapa nos permite obtener un diagnóstico integral y personalizado.
Posteriormente, los datos obtenidos en el diagnóstico se fusionan digitalmente. Toda la información obtenida se integra en un modelo digital tridimensional de la boca del paciente. Esta digitalización asegura que cada detalle esté perfectamente capturado para el análisis y el diseño.
En la tercera etapa, nuestro equipo realiza un detallado análisis y diseño del tratamiento. Ya sea para la creación de carillas, coronas o la planificación de implantes dentales, esta fase nos permite diseñar soluciones completamente personalizadas. Para procedimientos quirúrgicos, confeccionamos guías impresas en 3D, que nos permiten colocar los implantes con un mayor grado de precisión.
Luego en nuestro laboratorio y centro de fresado, producimos las piezas dentales finales. Utilizamos materiales de alta calidad, que garantizan durabilidad, funcionalidad y una apariencia estética natural.